La escuela en el partido de Morón entre la Colonia y las Guerras Civiles (1790-1828) - Historia de Morón

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jueves, 23 de septiembre de 2021

La escuela en el partido de Morón entre la Colonia y las Guerras Civiles (1790-1828)

 Los primeros intentos de imponer una escuela

No ha quedado constancia documental de que los primeros párrocos de la iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje hayan ensayado ningún tipo de educación formal entre los niños de la Cañada de Morón, aunque es probable que hayan alternado la enseñanza del catecismo con la de las primeras letras.  No obstante, debe aceptarse que el primer establecimiento escolar del partido fue el que fundó en el poblado de Morón Antonio Blescas, uno de los principales terratenientes del partido.  Imbuido por las concepciones ilustradas que se imponían con lentitud en Hispanoamérica, el 28 de enero de 1790 éste pidió licencia al virrey Nicolás de Arredondo para abrir una escuela, ofreciendo una pequeña renta al maestro y una casita para que pudiera dar clases.

El entusiasmo de las principales familias del partido por la apertura de una escuela de primeras letras adonde enviar a sus niños, interpretado por Blescas, se vio confirmada en el respaldo que el alcalde de la Santa Hermandad Juan Joseph Bernal y el sargento mayor Joseph Miguel de Salazar dieron a su ofrecimiento.  El 10 de mayo de 1790 la oficina de despachos del virrey comunicó su autorización.  No obstante, la misma estuvo destinada al fracaso por dos razones, el constante recambio de maestros y la defección de los alumnos.  Un vecino del pueblito de Morón, Juan Francisco Apellániz, observaba que la actuación de Blescas se había limitado "a darle al maestro nada más que cuatro pesos mensuales y el cuarto, y este corto estipendio con la precisa obligación de enseñar de balde a ocho discípulos, los que quisiese Blescas, y sucedía que con el tiempo no iban a la escuela ni pagaban más de los ocho dichos".

Efectivamente, entre los papeles del terrateniente se conservan los recibos firmados por los maestros de aquella primer escuela, en los que se comprueba que la remuneración era de escasos 4 pesos mensuales, que equivalían a la mitad de lo que cobraba un peón de campo.  Estos, sin embargo, eran sólo una suerte de "sueldo de base" que recibían por enseñar gratuitamente a ocho niños pobres, al que se agregaban las cuotas que abonaban los padres de los alumnos no subvencionados.  En los últimos años, aquel "sueldo de base" se redujo a 5 pesos cada dos meses, acaso por la deserción de los alumnos pobres que tenían a su cargo.  Estas deficientes condiciones de trabajo debieron de influir bastante en el recambio de maestros.  El primero de ellos, Jorge Alvarez de la Ozeja, se desempeñó entre los meses de julio y septiembre de 1791, y pocos años más tarde abandonó el partido para ocupar el mismo cargo en la Guardia de Luján (Mercedes).

Su sucesor, Francisco Xavier Reverdín, lo hizo entre octubre de ese año y octubre de 1793, y posteriormente se empleó como amanuense de Juan Joseph Bernal, alcalde de la Santa Hermandad del partido.  El último de los maestros conocidos, Juan Antonio de la Fuente, elevó el 30 de diciembre de 1794 una nota a su benefactor en que se informaba que la matrícula se componía de escasos cinco alumnos.  Según parece, la escuela fundada por Blescas cerró poco después.

A partir de su clausura, el poblado de Morón carecería de una escuela de enseñanza elemental durante casi veinte años, revolución de por medio.  El 23 de noviembre de 1813 el alcalde Manuel Torres expuso al cabildo de la ciudad de Buenos Aires "la necesidad que tiene aquel pueblo de una escuela de primeras letras" y solicitaba el envío de un maestro y una maestra para instruir a los niños de ambos sexos.  Agregaba que si el Estado comprometía una dotación de fondos, el párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje, Juan José Castañer, alojaría a los maestros y donaría las mesas, bancos y útiles para la escuela, "con tal que a ésta se la dote competentemente y se obligue a los padres a mandar a sus hijos e hijas".  En marzo del año siguiente Castañer aún esperaba una respuesta concreta, y envió una notificación al cabildo en que refería que el número de niños que podía concurrir se estimaba en un centenar, y que la casa que había ofertado para residencia del maestro proporcionaba habitaciones para una familia completa.  El cabildo se limitó a agradecer su ofrecimiento, respondiéndole que "con oportunidad se tendrá presente".  En realidad, la escuela de primeras letras de Morón no parece haberse abierto hasta 1815, posiblemente por razones presupuestarias, y sólo sabemos de ella que el maestro a cargo fue un tal José Antonio Miranda.



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